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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Esta tarde a las 19;15 en el Centro Joven de Arnedo se presenta al Pregonero de las Fiestas 2010, el Misionero Jose Alberto Moreno Carrillo. ARN estuvo con él

El padre José Alberto Moreno Carrillo será el encargado
de leer el pregón de fiestas el próximo 25 de septiembre
Arnedano, de 37 años, pertenece a los Agustinos Recoletos. Es un hombre comprometido que desarrolla su labor en la ciudad de Fortaleza (Brasil), donde ha montado junto a sus hermanos el Hogar Santa Mónica, donde acoge a niñas maltratadas y abusadas
José Alberto Moreno Carrillo, es un hombre de fe, sereno, trabajador, y con muchas inquietudes. Un hombre bueno, de esos que viven para y por los demás.

Nació hace 37 años en el seno de una familia arnedana de la que aprendió como él mismo dice “educación, valores , la fe, y el valor del trabajo”.
A la edad de diez años ingresó en el seminario de Lodosa, cursó filosofía en Marcilla y finalmente se ordenó sacerdote en Arnedo hace 12 años. Pertenece a la orden de los Padres Agustinos Recoletos.
En cuanto se ordenó fue destinado a Roma donde estudió Especialización en Teología donde se graduó con honores (cum laudem). De vuelta a España le enviaron a una parroquia de Getafe.
Hace cinco años le plantearon la posibilidad de trasladarse a Fotaleza (Brasil), y aceptó encantado, porque Alberto tiene muy claro que quiere estar muy en contacto con la realidad.
“Siempre he querido tener los pies grandes”, nos explica recordando lo que escuchó decir en cierta ocasión a un fraile de clausura: “los buenos Santos tienen los pies grandes porque están muy en contacto con la tierra”.
La llegada a Fortaleza, una ciudad de 3 millones de habitantes, fue un duro choque con la realidad.
Es una ciudad de contrastes donde hay personas que amasan las mayores riquezas mientras que los pobres se mueren literalmente de hambre.
El barrio donde vive el Padre Alberto es el segundo más pobre y más violento de la ciudad. Cuenta con más de 50 prostíbulos oficiales y con innumerables “boatas” (prostíbulos clandestinos). Las niñas constituyen un colectivo especialmente maltratado, sufren abusos y son obligadas a prostituirse a edades muy tempranas.
En ese contexto desolador se abre paso un pequeño haz de luz y de esperanza. Es el Hogar Santa Mónica. Un proyecto que el Padre Alberto está desarrollando junto a otros hermanos.
El albergue Santa Mónica acoge a niñas que están sufriendo esas situaciones con la finalidad de formarlas, enseñarles un oficio y reintegrarlas en sus familias, si es posible, o reintegrarlas en la sociedad.
El albergue se inauguró hace casi un año y ya han pasado veinte niñas por él.
Una labor sin duda encomiable y que el Ayuntamiento ha querido reconocer al nombrarle pregonero de las fiestas de San Cosme y San Damián 2010.

Alberto acaba de llegar a Arnedo para pasar las vacaciones con su familia. Circunstancia que hemos aprovechado para tener un encuentro con él. Hemos tenido la oportunidad de conocer un poco su vida y su día a día. Y además le hemos preguntado:
¿Qué sintió cuando recibió la invitación del Ayuntamiento para ser el Pregonero de las fiestas?
Lo primero que pensé fue que era una gran responsabilidad, además me sentía indigno porque hay muchos arnedanos famosos que lo pueden hacer muy bien. Pero después vi que para mí era una oportunidad de ser agradecido con mi pueblo, porque el Ayuntamiento me ha apoyado mucho durante los dos últimos años. Me han ayudado a preparar el albergue.
Este año estamos construyendo un pozo con una cisterna que también lo ha pagado el Ayuntamiento.
Para mí es un orgullo que mi pueblo haya respondido con tanta generosidad y más en tiempos de crisis. Ha sido esta solidaridad y esta generosidad, tanto institucional como de la parroquia, lo que me ha llevado a aceptar por gratitud. Si me hubiera negado habría sido ingrato.

¿Cómo ha encontrado la ciudad tras un año desde su última visita?
Bueno, está todo levantado y estoy escuchando a la gente quejarse. Yo digo que sólo saliendo del pueblo se aprecia lo que valen las cosas.
Al margen de la política. ¿De qué nos quejamos? De un Ayuntamiento, el de ahora, el de antes, el que venga después, que hace cosas y que nos incomoda para mejorar el pueblo?
En Fortaleza, donde hay tres meses de lluvias y se destroza el asfalto lo único que hace el Ayuntamiento es la campaña “tapa agujeros”. Esas son las únicas obras de infraestructuras que vemos allí.
Vivir aquí, es una maravilla, un lujo. Veo el pueblo mucho más cambiado en lo estructural, muchos más servicios.
Y sigo desde Brasil esos cambios y la actualidad de mi pueblo. Me gusta recibir noticias de mi pueblo. Las dos vías por las que recibo noticias son vuestra revista, ARN, que me enviáis por correo electrónico y la carta semanal que me envía el párroco, Don Tomás, junto con la hoja parroquial..

¿Cuales son los rincones de Arnedo de los que guarda sus mejores recuerdos de la infancia?
Recuerdo que llegaba del colegio y hacía los deberes con afán para irme a la calle a jugar.
Hay muchos rincones agradables...
Entre mis amigos estaba Javier Puerta. Su padre tenía una finca allá abajo del puente. Allí hemos pasado muchos ratos muy buenos, en el río.
También en la cuesta de Santa Eulalia donde vivían mis abuelos. Muchas tardes las pasaba por allá, por las callejas, por esas cuestas, por el castillo, por las cuevas. Hemos correteado mucho.
Éramos chiquillos que pateábamos el pueblo. Jugábamos sin saciarnos.
En casa los reniegos llegaban siempre por llegar tarde y sucio.
Mis recuerdos de infancia son muy agradables, de jugar mucho y no tener peligros en la calle.

¿Cuales son sus aficiones?
La música. No la defino como una afición sino como una pasión. Soy un apasionado de la música, fundamentalmente la clásica, la ópera, el jazz...
Toco el piano, el órgano, y un poco el acordeón.
Mis conocimientos de música me han venido muy bien porque en Fortaleza he montado una escuela de música. Tengo un grupo de chavales, ellos tocan el violín y yo el piano. También estamos empezando con una escuela para los más pequeños de guitarra y violín.
Mi segunda afición es la literatura. También la naturaleza.
Al deporte, no he sido muy aficionado. Sin embargo, como mi hermano es karateka y me ha contado tantas cosas buenas del kárate, les he puesto una instructora de kárate a las chiquillas. Además de hacer ejercicio les da una disciplina que ellas no tienen.

Por último le brindamos nuestro medio para que envíe un saludo a los arnedanos.
Mi deseo y mi esperanza es que el arnedano siga siendo feliz.
Las fiestas no son el momento de perseguir la felicidad sino el momento de manifestar que somos felices.
También les diría que se sientan satisfechos y orgullosos de su pueblo, porque realmente los que estamos fuera lo miramos con tanto cariño y nos sentimos tan orgullosos de haber nacido aquí...
Felices fiestas a todos, que seamos todos muy felices y que seamos agradecidos con nuestro pueblo, porque seguramente todos hemos recibido algo de él.

Desde ARN, enhorabuena a Jose Alberto por toda la buena labor que desarrolla

Ver página 12 ARN68 Previo a Fiestas
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